Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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1533
Legislatura: 1893-1894 (Cortes de 1893 a 1895)
Sesión: 21 de abril de 1894
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 113, 3723
Tema: Destitución del gobernador civil de Valencia

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): No voy a hacerme cargo de las palabras que ha pronunciado el Sr. Pidal esta tarde; el señor Pidal, se pasa la mitad de la vida en contradecir las palabras que pronuncia en la otra mitad, porque, después de todo, yo he llevado a mi partido a tales empresas y ha prestado tales servicios al país, que no puedo hacerme cargo de las palabras que ha pronunciado S. S. respecto de si llevo o no llevo con prestigio a mi partido; de manera que de eso hago caso omiso. Entre la conducta de mi partido, los resultados que ha obtenido en la política española y las aseveraciones de S. S, dejo al país que decida, pero, por de pronto, ya sabe el país que mañana probablemente dirá el Sr. Pidal lo contrario de lo que ha dicho esta tarde.

Por lo demás, yo le digo a S. S. que es tal el apasionamiento que hay, que es tal la perturbación que ha habido en Valencia a consecuencia de los tristísimos sucesos allí ocurridos, que no se puede formar un verdadero juicio por las noticias y datos que el Gobierno tiene porque es tal la exageración en todas partes, que el Gobierno no tiene más remedio que entregarse a la serenidad para resolver este caso, y no puede resolverlo hoy con los datos que tiene. Pero, en cambio, ha podido resolver una cuestión política, porque era eminentemente política la cuestión que se había creado en Valencia a consecuencia de la conducta del gobernador porque han querido hacer de eso una gran cuestión política en Valencia porque querían también dar carácter político a la peregrinación, y para eso empezaban por la conducta del gobernador, comprometiendo su autoridad, y el Gobierno, que vio eso, debía, como acto político separar al gobernador, sin prejuzgar su conducta en los sucesos, y queriendo ser justo con él.

Pero los mismos hechos, que S. S. nos ha referido aquí, ¿creen que pueden servir de base y fundamento para formar un juicio sereno? ¿Pues no sabe S. S. que a raíz de esos sucesos, los ánimos se apasionan tanto y las inteligencias se turban de tal modo, que los que informan de una manera favorable en un principio a los ocho días forman juicio contrario y rectifican su opinión? ¿Pues no lo ha hecho el mismo Sr. Dualde y muchos periodistas?¿Es así como quiere S. S. ser justo, imparcial, sereno y recto? Yo he debido evitar el conflicto político, y creo que lo he evitado separando al gobernador; lo demás queda a una resolución más tardía para que sea más serena y justa; si de otra manera procede S. S., buen provecho le haga.



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